domingo, marzo 28, 2010

"Providence" de Juan Francisco Ferré


Visto y leído lo anterior uno podría esperarse ahora una crítica elogiosa de la novela pero esto no va a ser así exactamente. “Providence” es un libro un tanto abrumador, 587 páginas son muchas páginas y hay que ser muy buen escritor para conseguir que alguien disfrute plenamente de tamaño esfuerzo. Ferré es un buen escritor pero todavía no tan bueno. Personalmente considero que ese es el principal hándicap de la novela: su desmesura. Una buena poda que la hubiese dejado en 300 páginas le hubiese venido de perlas para evitar el hartazgo que, personalmente, sentí en las últimas 100.
Por qué, además, “Providence” está escrita en primera persona y el libro, en cierta forma, es un larguísimo monólogo de su principal protagonista, un novel director de cine español embarcado en el proyecto de su nueva película mientras imparte un curso en la Universidad de Brown sita en la estadounidense ciudad de Providence.
Y el uso de esta técnica es, simultáneamente, un gran acierto y un tremendo defecto. La voz de este personaje lo impregna todo y, visto el segundo extracto que he ofrecido, queda claro que es una voz potente, divertida, original pero, a l larga, un tanto cargante.
Recuerda un tanto a ese protagonistas Heinleniano que era el viejo eremita sabio, todo lo sabía y todo lo explicaba, jamás se confundía. O, por citar un autor más de moda, me ha recordado a los protagonistas de Houellebecq (especialmente al de “La posibilidad de una isla”), cultos pero insoportables, engreídos, autosuficientes y más chulos que un ocho pero, a la larga, exasperantes. De todo saben, de todo sentencian (por que no hablan) y el mundo se reduce a imbéciles que están en contra de ellos y mujeres inteligentes que se acuestan con ellos, les apoyan y luego, inevitablemente, les traicionan. Esto, durante un par de cientos de páginas tiene su gracia, en medio millar puede acabar provocando un ataque de nervios.
Por qué, además, Providence presenta una estructura bastante desigual. El grueso de la novela se centra en la descripción de la vida universitaria de nuestro protagonista en Brown (por cierto, lugar donde el propio Ferré imparte clases). Pero las clases propiamente dichas y las relaciones entre profesores acaban quedando en un segundo plano, la mayor parte de la historia consiste en ver con cuantas mujeres se acuesta nuestro profesor y director de cine, profesoras, alumnas y simples peatones, narradas con todo lujo de detalles e, inevitablemente, entrando en la rutina y el aburrimiento. Entendámonos, disfruto como el que más de la descripción de un buen polvo en una novela pero cuando eso se acaba convirtiendo, aparentemente, en el único objetivo del libro, me acabo aburriendo. La repetición me produce tedio.
Entonces ¿Es “Providence” un mal libro? Pues no exactamente, más bien lo contrario. Ferré escribe bien, y muchas de las aventuras y opiniones del protagonista del libro son divertidas, apasionantes y muy interesantes. En ocasiones, uno no puede despegar los ojos de las páginas, trozos como el recorrido por los pasadizos secretos debajo de la tumba de Lovercraft, o la monomanía desarrollada hacia la película “Tiburón” de Spielberg son fascinantes. Lo malo es que, nuevamente, Ferré se deja llevar por la exhuberancia y no sabe poner freno a la verborrea de su alter ego, lo que hace que, al final, muchos de los pensamientos y aventuras acaben siendo un tanto repetitivos e indistinguibles de otros que ocurrieron hace 50 páginas. Una pena, ¡Qué gran libro hubiera podido llegar a ser!
¿Y el apartado fantástico? Por qué este es un blog sobre literatura fantástica. Pues… depende. Sin ser un experto en literatura, tengo la sensación de que esta novela juega en la liga de lo postmoderno, en un intento de presentarnos el mundo como un conjunto de capas con múltiples lecturas. Y, en ese sentido, “Providence” cumple esa premisa por que lo que se nos cuentas puede ser entendido de muchas formas. Es posible que lo que ocurra sea real, y es posible que no. Es posible que todo sea un videojuego, o que estemos ante la mayor de las conspiraciones mundiales, o en un futuro cercano donde algunas cosas hoy imposibles ya no lo son. O puede que nada de lo anterior sea correcto. Desde el punto de vista de la ciencia ficción hay varis pinceladas, y se nota que Ferré tiene un buen bagaje de lecturas de género (Lovercraft y Dick son las más obvias), hay un cyborg, podría haber un videojuego que enloquece al que lo usa, también un peculiar Apocalipsis, y un no menos peculiar inmortal, e incluso una transferencia de personalidad a una IA. Pero, me temo, los aficionados más irreductibles no sentirán esta novela como suya. Todos esos detalles juntos apenas representan un puñado de páginas en un proyecto tan enorme como este libro. El grueso no deja de ser una descripción bastante realista de la vida en los muy paranoicos E.E.U.U. de hoy.
En otros casos ahora me pondría paternalista (uno de mis muchos defectos) y echaría pestes sobre la cortedad de miras del fandom que nunca leerá libros como este. Ellos se lo pierden, sentenciaría. Pero, en este caso, no sé si realmente quien no lea “Providence” se habrá perdido algo. No es un bocado apto para todos los paladares, e incluyo a los lectores más exquisitos, a mi casi se me atraganta aunque, reconozco, que, a veces, el viaje merece la pena. Lastima que no sea un poco más corto y menos arduo.

sábado, marzo 27, 2010

"Providence", Otro Extracto

Podría pensarse, visto el anterior extracto, que “Providence” sólo hace guiños cómplices a los amantes de la ciencia ficción. Nada más lejos de la realidad, su autor, en general, rinde homenaje a todo aquello que, actualmente, se conoce como friki (si bien Ferré prefiero el término original inglés freaks) y, de paso, reflexiona con agudeza sobre las características de este grupo de fanáticos de determinados aspectos de la cultura popular. Valga este extracto como muestra, también, del estilo que impregna toda la novela:

Podría convertirse de la noche a la mañana (…) en una película de culto, por lo menos en el gremio de los freaks, esa fracción oscura de la población traumatizada por innumerables complejos desde la infancia (la pobreza, la marginalidad, la fealdad, la falta de oportunidades, el bajo nivel cultural y profesional de la parentela, la miseria secular de la escuela pública, los dormitorios compartidos, la soledad compartida, la adolescencia de barrio, etcétera). Estos múltiples traumas aparecen traducidos en la edad adulta a un código comunicable que les permite, por fin, salir de pobres y ganarse la vida transmitiendo una visión de la realidad (que responde más bien a las expectativas fraguadas entonces como una educación sentimental en el fracaso absoluto como horizonte mental de vida y la masturbación como momento cenital de la personalidad (…). Todos estos vates de la inferioridad, la marginación y la inmadurez como actitud y estilo de vida suelen ocupar con sus delirantes sermones a favor de la alteralidad cultural un montón de publicaciones a cual más estrambótica, fanzines y magazines que funcionan como boletines oficiales del submundo, hojas parroquiales extraídas de algún manicomio desahuciado por la psiquiatría convencional y entregado al cuidado de los pacientes terminales, informes pormenorizados de esta subcultura española que se está adueñando, para bien, de la estética y la creación más innovadoras y de los discursos más insistentes incluso en los medios mayoritarios. (Páginas 122-123).

viernes, marzo 26, 2010

Un Extracto de "Providence" de Juan Francisco Ferré

"Providence" será, probablemente, uno de los libros del año. Finalista del Premio Herralde, avalado por Goytisolo, publicado en la muy prestigiosa Anagrama y, en general, recibiendo buenas críticas.
También podría ser posible que el lector habitual de CF se sintiese atraido por él, ya que en la novela podemos leer fragmentos tan jugosos como este, una conversación entre el iconoclasta protagonista y uno de sus alumnos de la universidad de Brown que sufre a cierto conocido escritor español (su nombre nunca se cita aunque se le conoce como el autor autonómico subvencionado) con una ideas muy claras sobre lo que es la literatura:

Por si fuera poco traté de hablarle inutilmente de Dick, Philip K. Dick, ya sabes, el escritor que mejor ha descrito la realidad americana del siglo XX y, por descontado, del XXI, y va y me dice, para humillarme delante de los otros estudiantes, que detesta la ciencia ficción, que "es un subgénero subnormal y adolescente", que no es literatura seria y, por supuesto, él sólo lee literatura seria... (Páginas 432-433).

miércoles, marzo 24, 2010

Manifiesto en Defensa de los Derechos Fundamentales en Internet

Siempre tuve claro que el blog iba a ir sobre literatura fantástica y nada más. Pero, también es cierto, que, en ocasiones, una excepción es necesaria, especialmente cuando lo fantástico (género de Terror para ser exactos) irrumpe en la vida cotidiana como elefante en cacharrería. Así que servidor se suma al Manifiesto en Defensa de los Derechos Fundamentales en Internet.

Ante la inclusión en el Proyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

domingo, marzo 21, 2010

A Vueltas con la Prensa

“Última Narrativa Española / Tendencias Emergentes” es el título de un artículo a doble página publicado en el diario El Mundo el pasado sábado 20 de Marzo. Lo interesante para los objetivos de este blog es que dichas tendencias emergentes son, palabras textuales, el relato basado en hechos reales y la nueva ciencia ficción.
Bien, la primera tendencia es un tanto obvia si tenemos en cuenta que se cita con profusión “A sangre fría” de Capote y se celebra con regocijo el éxito de Cercas y su “Anatomía de un instante”.
Pero ¿qué es eso de la nueva ciencia ficción? Vaya por delante que, sea lo que sea ese artefacto periodístico, el hecho de que la CF (vieja o nueva) de pie a un artículo de relativa importancia en un diario de la difusión de El Mundo es motivo de alegría para todo friki que se precie y un signo de los tiempos que estamos viviendo, una pequeña revolución silenciosa, de la que en bastantes ocasiones he dejado constancia en este blog y que no es una paja mental mía ya que otras voces mucho más respetables y doctas que la mía han llegado a similares conclusiones (a este respecto las polémicas que periódicamente sacuden Literatura Prospectiva son significativas).
El problema es que el artículo de Emma Rodríguez genera más confusión que otra cosa. Se parte, una vez más, del magisterio de Ballard en oposición a la vieja CF de género (aunque, curiosamente, no se cita a otros escritores igualmente presentables como Dick y Lem), cosa que, hasta cierto punto, es de lo más lógico y coherente: rigor literario, espacio interior y el futuro como metáfora del presente podrían ser las coordenadas de esta nueva CF que, personalmente, no deja de parecerme una resurrección de la vieja New Wave.
En este sentido las declaraciones de Rodrigo Fresán, el flamante autor de “El fondo del cielo”, reafirman este camino, lo mismo que la reivindicación de la CF argentina (probablemente la de mayor calidad literaria escrita en castellano) y el cyberpunk (a fin de cuentas Gibson también es un autor de lo más presentable).
Lo malo es que luego se produce una ceremonia de la confusión de lo más peculiar. Por un lado se citan a una serie de autores y obras que, salvo Ray Loriga y su “Tokio ya no nos quiere” y Nicolás Casariego y su “Cazadores de luz”, a mí, personalmente, me resultan totalmente desconocidas, tanto de supuestos precursores (Andrés Ibáñez y su “El mundo en la era de Varick”, Antonio Orejudo y su “Ventajas de viajar”) junto a novísimos valores (Manuel Vilas autor de “Aire nuestro” o Javier Calvo” creador de “El dios reflectante”).
Junto a esto hay que sumarle unas declaraciones más que desafortunadas de José López Jara, responsable de Minotauro, citando como nuevas promesas de esta nueva CF nada menos que a John Scalzi y a Kim Stanley Robinso. Algo realmente irrisorio si tenemos en cuenta que Scalzi es una especie de autor pulp heinleniano pasado de rosca y Robinson, uno de los hard más hard, es cualquier cosa menos joven promesa. Otra cosa es la afirmación de que se va a editar a un autor nacional novel, Luis Montero, pero, vamos, las afirmaciones anteriores mueven a risa.
Y por último, nada menos que la reivindicación de Agustín Fernández Mallo y su trilogía Nocilla como uno de los nuevos hitos de esta nueva CF.
De donde, como siempre, uno al final no se aclara. Y, o bien no me he enterado de nada, o se ha hecho un refrito tremendo con guisos de muy diferente pelaje, por qué meter en el mismo saco a Ballard, la CF argentina, Fresán y el cyberpunk tiene una lógica pero luego añadir a Minotauro (con Scalzi y Robinson) obviando a otros editores (los de Alamut, AJEC, La Factoria de Ideas, Berenice, Gigamesh, etc, etc), a los Nocilla boys y un grupo de autores totalmente desconocidos (olvidando a todos nuestros autores fandomitas) ya me suena raro, raro.
Así que, de momento, sigo esperando que alguien me aclare lo que es eso de la nueva CF aunque prometo ser un chico bueno y buscar todas esas referencias ignotas para ver si saco algo de luz de esta mina de carbón en la que parece que se ha convertido, no el nuevo periodismo, si no el periodismo español de toda la vida (o sea, escribe algo aunque no tengas mucha idea sobre el tema).

sábado, marzo 13, 2010

Maldita Memoria

La verdad es que siempre he gozado de buena memoria. Y ha sido una suerte. Estudié Geografía e Historia y trabajo en un instituto, en ambos ámbitos mi memoria me ha sido de gran ayuda. Posiblemente no podría haber terminado la carrera sin ella, ni haber aprobado la oposición, ni desenvolverme con cierta dignidad en mis clases. Es una memoria también peculiar, por ejemplo, se me dan muy mal los nombres de la gente (las caras no), cuando me topo con un antiguo alumno sé, más o menos, cuando le di clase y si era bueno o malo pero casi nunca recuerdo como se llamaba (lo que suele ser embarazoso).
Esa buena memoria también me ayuda mucho con esta pequeña afición por la literatura, recuerdo bastante bien las tramas y los títulos de las cosas que leo y que me gustan. Casi nunca tengo que consultar un libro para, por ejemplo, escribir sobre él en este blog o debatir en un foro (eso sí, nunca recuerdo bien los nombre de los protagonistas, curioso).
Así pues tengo una buena memoria. O, por lo menos, eso creía yo. Por qué últimamente estoy empezando a dudar sobre esa supuesta habilidad mía. Resulta que ese don que tenía ya no es tan bueno como era ¿edad, alzheimer? Ni idea pero estoy empezando a desarrollar eso que le pasa tanto a los ancianos, lo de poderse acordar perfectamente de algo que les pasó hace 60 años y tener problemas para recordar acontecimientos de la última semana.
Y voy a poner un ejemplo. En el 2006 fuí miembro del jurado del I Premio Xatafi-Cyberdark de Literatura Fantástica. Entre otras cosas tuve que leerme un montón de libros para poder hacer bien mi trabajo. Desde luego, no toda la producción fantástica del 2005 pero si un suculento trocito.
Por ejemplo, me leí todos los números de la Revista Asimov Ciencia Ficción del 2005 (Nº 15-21). Fueron más de 2.000 páginas y unos 70-80 relatos (por supuesto, con eso no acabamos con el apartado de narrativa corta, había muchas más antologías).
Estas Navidades me dio por hojear la colección entera de Asimov. Ojo, no a leérmela, sólo a repasarla por encima, detenerme en algunos trozos, leer algunos fragmentos,… Bueno, pues ahí me llevé una sorpresa mayúscula. No me acordaba de casi ninguno de los cuentos de aquel 2005. Los miraba, remiraba y casi todos me parecían totalmente nuevos, como si nunca los hubiese leído. De hecho únicamente recordaba con cierta intensidad catorce de ellos. Son los siguientes:

Néctar de Stableford
El hielo de Popkes
Oxigeno ascendente de García y Robertson
El Lago de los Diez Lobos de Sanders
Portavoz del mar de madera de Watson
Una princesa de la Tierra de Resnick
Huesos secos de Sanders
TK’TK’TK’ de Levine
Muy lejos de la Tierra de Barton
Gemelo sombra de Abraham, Dozois y Martin
A través del encaje de Nestvold
Play “Nobody’s home” de Avril Lavigne de Planells
El hombre de los helados de Van Pelt
La pequeña diosa de McDonald

Hay una cierta lógica en algunos de estos recuerdos, por ejemplo, La pequeña diosa fue el que ganó el premio a mejor relatos extranjero y es un muy buen cuento. Una princesa de la Tierra fue uno de los nominados, igual que Play “Nobody’s home” de Avril Lavigne. El Lago de los Diez Lobos lo recuerdo perfectamente por qué era mi favorito, una bonita historia que me recordó a La variante del unicornio de Zelazny (por desgracia fui el único jurado que tuvo esa sensación, nadie más lo votó).
Pero, el resto, sinceramente, no tengo ni idea de por qué se quedaron en mi cabeza y otros no. Vale, algunos son realmente buenos relatos aunque tuvieran la misma suerte que mi favorito: pasar por el premio sin pena ni gloria.
Néctar posee una ambientación futurista muy original y atrayente, Huesos secos es muy evocador (Sanders no es un mal autor en mi opinión), Muy lejos de la Tierra es una de las más potente visiones que conozco sobre el fracaso de la CF y Gemelo sombra es una buena historia de aventuras.
Pero otros son bastante mediocres, quizá Portavoz del mar de madera se me quedase en la cabeza por venir de Watson un autor bastante decente en líneas generales aunque la historia en sí es bastante mediocre, y Oxigeno ascendente aunque sea un cuento de lo más rutinario no deja de ser una space opera, una de mis debilidades. Pero ¿por qué narices me acuerdo tan bien de El hielo de Popkes, una larga y plomiza historia de clones aburridísima? ¿O de TK’TK’TK supuestamente humorística pero realmente insufrible? ¿Y qué decir de El hombre de los helados una de mutantes sin gracia y más vista que el tebeo? A través del encaje, una historia mediocre ¿por qué no me la quito de la cabeza?
Para mí todo esto es un misterio, o, mejor dicho, dos. Por qué cuentos que no son nada del otro mundo se me pegan a las neuronas y no se van y por que sólo soy capaz de recordar 14 cuentos de 70-80.
Y para muestra un ejemplo de cómo si recuerdo perfectamente otras cosas más antiguas. Los tomos de los Premios Hugo que Martínez Roca sacó en los 80. Recuerdo perfectamente todas las historias e, incluso, muchas de las introducciones de Asimov. Y la última vez que los releí fue, por lo menos, en los 90.
Como decía, un misterio, vejez o degeneración, pero en cualquier caso sumamente irritante, que narices.

lunes, marzo 08, 2010

Menuda Prensa

Leído hace un par de fines de semana en el Magazine de El Mundo: "40 años de Esoterismo". O algo por el estilo, que cito de memoria. Igual de memoria que el redactor del artículo por qué se supone que esto de los paranormal empezó allá por 1968 con lo de las Caras de Bálmez, así que a mi no me salen las cuentas pero, en fin, el caso es rellenar un par de páginas de forma vistosa.
Pues nada, ni cortos ni perezosos, como son 40 años, más o menos, venga pues 40 eventos "misteriosos". Una parida como otra cualquiera pero que, bien hecha, podría tener su gracia y todo, ideal para una tarde de domingo tonta.
Me pongo, por tanto, a leer la lista y me encuentro con lo típico, que si la citadas Caras de Bálmez, que si OVNIs por aquí, que si fantasmas por allí, unos poltergeist, algunas psicofonías y los más populares programas, revistas y divulgadores del tema (de Jiménez del Oso a Iker Jiménez). En fin, todo muy nostálgico, delirante y un tanto camp.
La verdad es que durante un rato me lo pasé pipa, cualquiera que haya dejado atrás los treinta y tantos recordara aquella psicosis por lo paranormal que azotó este país entre finales de los 70 y principios de los 80 (bueno, este país y el mundo entero, ¿nadie recuerda "Encuentros en la Tercera Fase?"). Sería cosa de la libertad recien recobrada, de la crisis económicosocialpolíticoyloquesea, o de moda pero el fenómeno arrasó. Especialmente el OVNI y el que afirme ahora que, en aquellos años, no se leyó algo sobre el tema miente como un bellaco.
Puede parecer paradójico pero muchas vocaciones frikis nacieron leyendo antes a J.J. Benítez que a Isaac Asimov. Y como no soy de lanzar la piedra y esconder la mano presento mi propio expediente acusatorio: con 12 años me chiflaba Berlitz y su libro sobre el Triángulo de las Bermudas. Sí, lo confieso, en el colegio me lo debí de leer media docena de veces. Nadie es perfecto, ni siquiera yo.
Luego uno madura, se da cuenta del camelo que todo eso significa y, o bien lo deja, o bien se recicla como lector de CF, este en concreto fue mi caso, probablemente por qué, a la larga, descubrí que Silverberg era más de divertido que Kolosimo y, además, escribía mucho mejor.
En cuaqluier caso, como dice el refranero, Dios nos libre del furor del converso, por qué aunque muchos frikis empezaron así ahora son (somos) de los más furibundos detractores del camelo esotérico, que aunque sin comparación con el de hace 30 años, vive un pequeño renacimiento.
Así que, mientras leía la lista de las narices reflexionando poco más o menos como en los párrafos anteriores, y vi como uno de los hitos la saga de "Caballo de Troya" de J. J. Benítez ni parpadeé. Puede que parezcan libros de CF pero viniendo de uno de los popes del tema y afirmando (como afirma) que todo es verdad verdadera, y recordando que ha vendido tropecientos millones de ejemplares, pues sí, su inclusión tenía lógica.
Luego apareció "El código Da Vinci" de Brown y ya me pareció un poco raro. Bueno, es verdad que toca un tema esotérico por excelencia, Jesús y sus posibilidades, digamos, alternativas pero ¿realmente Brown se cree su libro? ¿no ha afirmado por ahí que es solo una novela? Como no soy un experto en el tema dejé la duda en suspenso, probablemente el equivocado era yo.
Y, entonces le tocó el turno a Harry Potter y después a la saga "Crepúsculo" y ahí ya fue cuando empecé a jurar en arameo y a maldecir la inveterada costumbre de algunos periodistas (recalcó lo de algunos que también hay profesionales como la copa de un pino) por confundir el culo con las témporas. Meter en el mismo saco una obra de ficción cuyo autor sabe de sobra que es eso, ficción, y mezclarla con obras de ficción cuyos autores pretenden presentar como algo real es, sencillamente, hacer trampas o no tener ni puñetera idea.
Cada uno que elija una de las dos opcions, a mí, personalmente, me da lo mismo, es la misma estúpida costumbre de mezclar churras con merinas y de conseguir que la gente que no tenga mucha idea sobre el tema se crea que J. K. Rowling juega a lo mismo que Cuarto Milenio. Lo dicho, una chapuza tremenda y es que, como decía en el título de la entrada, menuda prensa.